Jordi Bordas, conocido hoy en día como uno de los mejores pasteleros del mundo, después de ser el Campeón del Mundo de Pastelería en 2011, ha creado el B-concept con la intención de revolucionar el sector de la pastelería.

Su pasión por el trabajo e implicación, su perseverancia, su afán de superación y el convencimiento de que nada es imposible a priori, hacen de él un líder carismático así como fueron las características que ayudaron a alcanzar la copa del Mundo de Pastelería.

Justamente cuando alcanzó este éxito profesional, decidió desprenderse del recetario tradicional y hacer evolucionar sus fórmulas. Y de aquí nació el B-concept.

El B-Concept es un método para aprender a construir una receta desde cero. Olvida los condicionantes de las formulaciones clásicas y se basa fundamentalmente en la tecnología y conocimientos de hoy en día y también en las necesidades (azúcares, grasas, alérgenos…) y sensibilidades (ligereza, sabor puro, textura…) de los consumidores actuales.

Por tanto, podemos decir que el B-concept es un conjunto de técnicas innovadoras de tendencias saludables en pastelería basada en el consumidor y la tecnología actual.

Jordi Bordas presentó el B-concept en el Fórum Gastronómico de Barcelona y su intención es abrir un programa de formación para  ponerlo al alcance de todo el mundo y darlo a conocer.

“Gracias a B-concept elaborar una receta se convierte en un juego”, asegura el chef pastelero francés Franck Fresson, que ha tenido oportunidad de conocer de cerca esta metodología y comprobar la eficacia de sus resultados. Pero no sólo está Franck Fresson; si no que Julien Alvarez, Jordi Roca, Ramon Morató o incluso Albert Adrià también avalan las posibilidades que ofrece esta nueva forma de trabajar.

 Los parámetros que se estudian:

Los parámetros que estudia y somete a control en este método del B-concept son la textura que se quiere conseguir, la intensidad del sabor que se desea obtener y la percepción que se quiere dar.

También somete a un estudio exhaustivo las materias primas utilizadas, las técnicas y procesos empleados, los fenómenos y reacciones fisicoquímicas que se producen y los utensilios y maquinaria que intervienen.

El método del B-concept:

El proceso de ensayo-error ralentiza y añade un coste extra al trabajo del artesano.

El método B-concept permite que el profesional desarrolle nuevas recetas partiendo de unos parámetros que cada uno escoge y gradúa. B-concept parte de un estudio exhaustivo de materias primas, técnicas, procesos, fenómenos y reacciones fisicoquímicas, así como de los utensilios y la maquinaria que intervienen en cada elaboración.

El resultado del método:

B-concept permite la libertad creativa. Los pasteleros pueden definir las características de sus creaciones logrando un resultado diferente.